“La suspensión de la actividad de Acindar impacta en nuestra sociedad. La fábrica hoy funciona a media máquina, se avizora que en junio va a parar nuevamente. Ya venía de un parate reciente”, cuenta Germán Giacomino, sendanor provincial.
“Acindar enfrenta no sólo la paralización de la obra pública, sino también la amenaza de las importaciones chinas. De la fábrica dependen directa e indirectamente unas 5 mil familias”, señala el político.
“Acindar pertenece al holding hindú Acelor-Mittal, y su producción sólo representa el 1% del acero que produce la firma a nivel mundial, con la posibilidad de que cierre definitivamente”, subraya el senador.
“Hay que transitar por las calles de Villa Constitución y de otras localidades para notar el impacto que provoca el parate de Acindar en el comercio”, describe el entrevistado.