El 13 de julio de 1985 se realizaron dos megaconciertos multitudinarios con la presencia de la mayoría de las grandes figuras de la época, con la finalidad de recaudar fondos para la lucha contra el hambre en Etiopía. En honor a esa fecha, se estableció al año siguiente el Día Mundial del Rock.
Ambos festivales sucedieron al mismo tiempo en los estadios de Wembley en Londres y John F. Kennedy en Filadelfia, con una participación sin precedentes, tanto del público presencial como televisivo, así como de los artistas comprometidos a la causa. Se dieron a la cita músicos de la talla de Queen, Tom Petty, Madonna, Eric Clapton, Led Zeppelin, Neil Young, U2, Mick Jagger, David Bowie, Duran Duran, Phil Collins y Bob Dylan, entre otros.
La idea de Live Aid fue reflejar el espíritu de la música más popular del planeta: el rock, con todos sus predecesores y sucesores, más todo lo que tuvo y tiene para decir, desde esa postura que se rebela ante todas las injusticias, que grita sin pedir sangre por todo lo que hay que cambiar.
Como definió Pete Townshend y luego citó Charly García en su primer disco solista, “Si grita pidiendo verdad en lugar de auxilio, si se compromete con un coraje que no está seguro de poseer, si se pone de pie para señalar algo que está mal pero no pide sangre para redimirlo, entonces es rock and roll”.