Esta semana se cumplen cuatro décadas de “Puerto Pollensa”, uno de los álbumes de Sandra Mihanovich que marcaron el comienzo de una nueva era en la Argentina.
Otros aires asomaban en un país que tenía mucho para decir, y por ello mismo, también artistas que iban volviendo de su exilio. Tal es el caso de Marilina Ross, quien a su regreso de España, asiste a una fiesta organizada por el director Alejandro Doria y allí canta una significativa canción que se volvió emblema para todas esas voces que anhelaban libertad: “Puerto Pollensa”; una melodía de amor, inoxidable, basada en una historia real, vivida por Marilina en aquella rivera de Mallorca.
A esa reunión asistió también una joven cantante que estaba buscando canciones para su cuarto disco; ella era Sandra Mihanovich, quien admiraba a Marilina, a quien escuchó allí interpretar aquella canción que de inmediato le pidió para su repertorio.
Ross le comentó que era una canción íntima, muy personal, grabada en forma casera en un cassette, pero esto no impidió a Sandra insistir con el pedido.
Así es como hacia fines de 1981 Sandra Mihanovich graba en formato simple lo que sería una de las canciones más reconocidas de la música popular argentina y que luego dio nombre al disco publicado al año siguiente.
“Al poco tiempo se hicieron amigas y Marilina llevó a Sandra, junto a otras amistades, a conocer el famoso puerto de la isla catalana”, cuenta el cantante y actor de musicales Francisco Pesqueira, gran amigo de Marilina Ross.
Sandra sumó a esta canción el arreglo de saxo de Oscar Kreimer, quien le dio ese característico sonido de los ochenta.
Sumándose a esta obra única, en el álbum “Puerto Pollensa”, publicado en agosto de 1982, se agregan otros temas que hacen de este álbum un verdadero compendio de hits: “Vos, yo, uno más uno”, también de Marilina, “Y hoy te vi” de Eduardo Mateo, “Es la vida que me alcanza” de Celeste Carballo, a quien Sandra conoció en el circuito de pubs que comenzaban a aparecer en Buenos Aires a principio de los años ochenta; “Me contaron que bajo el asfalto” del recordado Horacio Fontova, y algunas canciones como “Cuatro estrofas” o “Mil veces lloro” de Alejandro Lerner, a quien conoció haciendo “Aquí no podemos hacerlo”, uno de los primeros musicales de Pepe Cibrián Campoy, donde Mihanovich y Lerner formaban parte del elenco.
Así fue reuniéndose el material para esta placa producida por Ricardo Kleinman y que es un llamado permanente al recuerdo de una de las arterias fundamentales del cancionero popular argentino.
El éxito de este vinilo fue tal que Sandra se convierte, a pocas semanas del lanzamiento, en la primera mujer en llenar el Estadio Obras y con dos fechas seguidas, dado que las entradas para la primera función se agotaron de inmediato.
En estas presentaciones Mihanovich interpreta incluso una versión de “Me vuelvo cada día más loca”, de Celeste Carballo, con quien luego compondría uno de los dúos más queridos de la música nacional.