Louis Armstrong nació el 4 de agosto de 1900 en Nueva Orleans, Louisiana.
Hijo de Mary Albert y William Armstrong. Se crió en el seno de una familia muy pobre y en uno de los barrios marginales de la ciudad.
Con seis años cantaba en las calles junto a otros tres amigos para conseguir dinero. Apenas recibió formación.
Su primer contacto con la música tuvo lugar en un reformatorio para niños abandonados cuando fue admitido por buena conducta en la banda del establecimiento. Muy pronto aprendió a tocar el clarín, el clarinete, la corneta, y comenzó a familiarizarse con la trompeta a partir de las clases que recibía del músico de jazz King Oliver.
Cuando en 1914 salió del reformatorio, empezó a trabajar en los cabarets de Storyville, donde estaban concentrados todos los locales nocturnos de la ciudad; fue allí donde conoció al cornetista, King Oliver.
Debutó como profesional en el año 1917 como trompetista en la banda de Kid Ory en Nueva Orleans. Poco tiempo después, es Fate Marable quien se fijó en él y le incorporó a su prestigiosa banda que actúa diariamente en los barcos de vapor que navegan por el Mississippi. En 1922 se unió a la Oliver´s Creole Jazz Band de King Oliver. Estuvo en Chicago siete años, hasta 1929, exceptuando el periodo transcurrido entre 1924 y 1925 en que tocó junto a Fletcher Henderson en Nueva York.
Su primera grabación como líder de una banda, Louis Armstrong and his Hot Five, la realizó el 12 de noviembre de 1925 dando inicio a una prolífica producción discográfica. Hasta la aparición de Armstrong (junto a King Oliver, su maestro), los músicos de jazz eran actores anónimos que ejecutaban una improvisación espontánea, llena de encanto pero en cierto modo impersonal. Esto cambió con la aparición de Armstrong: si hoy reconocemos estilos o modalidades estéticas jazzísticas o temperamentos diferentes, es gracias a que un trompetista moldeó una voz instrumental propia, sorprendente.