Con apenas un lustro de vida, el rock argentino ya iba a contar con un mártir que le permitiría construir su primer gran mito, cuando el 19 de mayo de 1972 un tren lo arrolló en Puente Pacífico a José Alberto Iglesias, un joven de 26 con una salud física y mental minada por las drogas y los electroshocks recibidos en el Instituto Borda, de donde se había escapado, pero que años atrás, bajo el seudónimo de Tanguito había sido parte de un grupo de artistas que dio vida al movimiento local.
La coautoría con Litto Nebbia de “La balsa”, el primer gran éxito del rock argentino; algunas leyendas forjadas a su alrededor y la escasez de registros fonográficos le confirieron a este artista el aura misteriosa necesaria que, sumado a algunos “malentendidos” que se reprodujeron y ganaron entidad gracias a un polémico filme, conformaron un relato épico que convirtió a Tanguito en un símbolo de la incomprensión y la rebeldía.
Aunque no se produjo de manera inmediata a su muerte e hizo falta un guion novelesco que lo imbuyera de sentido -en base a inexactitudes o verdades a medias-, Tanguito fue erigido como la personificación del espíritu libre, combativo, rebelde, talentoso e indoblegable que guio los inicios de la cultura rock local.
La contraposición de esta construcción con los relatos de quienes conocieron al artista expone algunas contradicciones que llenan de preguntas a quienes optaron por la literalidad de lo mítico. ¿Fue Tanguito un genio o hubiera sido incapaz de escribir una canción sin ayuda? ¿Era un rebelde o simplemente tenía conductas temerarias por el consumo de drogas? ¿Fue un perseguido? ¿Fue una víctima por no haberse doblegado ante el sistema?
“Esas preguntas son las preguntas. Yo sinceramente creo que no tienen respuesta. Lo que sí me parece, en el marco de que todo es una gran figura, que hay lugar para esta idea que yo digo que los 60 en la Argentina se terminaron en mayo de 1972, cuando el tren lo mato a Tanguito. Esos años
60 de los colores, la minifalda, la píldora anticonceptiva y Bob Dylan terminaron ese día en la Argentina”, aventuró el periodista Víctor Pintos, autor de “Tanguito, la verdadera historia”, la más completa investigación sobre la vida del mítico artista.